viernes, 16 de enero de 2009

ALGO QUE ES CONCEDIDO
















Nunca terminamos de descubrir las maravillas que el Señor obra en nosotros. Hace muchos años hubiera dicho que el siquiera imaginarme trabajando en el colegio era una locura, pero estoy allí, no porque yo lo hubiera deseado, sino porque el Señor así lo dispuso.

Nunca imagine que la satisfacción mas grande seria compartir con jóvenes, niños y niñas, profesores y maestros todas sus risas, ilusiones y llantos. Nunca imagine que me emocionaria hasta las huesos ir a dictar una conferencia, planear un experiencia, o lo simple de realizar una cartelera para hablarle de Dios a los demás. Es verdad nunca imagine, hoy lo vivo. Lo vivo intensamente, con sueño, con cansancio, con alegría y con esperanza, la cual no es mía, sino que me ha sido dada. El señor me toco, me soplo un poco de su espíritu y me entrego su felicidad. Creo que empiezo a conocer su reino.


Cada vez que veo a estos jóvenes, siento alegría. cada vez que escucho sus problemas, que desahogan su tristeza, su rabia, su alegría, su esperanza me siento conmovido. No se si es que los hago mios, no se si hago mal en sentirlos propios, en quererlos, en cuidarlos, pero así soy. Me duele verlos sufrir, pero entiendo que es el camino que han de recorrer. Yo no puedo evitarles atravesar por esto, pero si puedo acompañarlos, no puedo decirles que hacer, pero si puedo enseñarles a discernir y a sentir, a no olvidar que no lo lean con los ojos de nuestra humanidad, sino que descubran con los ojos de la fe, con los ojos de Dios. Pero ciertamente me sorprenden ellos con su madurez y su amor.


Hace mucho no escribía nada , pero eso no significa que me haya olvidado. Tal vez muy pocos lean lo que en este espacio deposito, pero si uno lee lo que aquí entrego, si tan solo uno logra entender lo que siento, me doy por satisfecho.


Gracias Dios mio por todo lo que me ha sido concedido.